Pepe Buenaventura Durruti: La época de la bala y la palabra. Antonio Santaliestra. heraldodegalactus.com

Más allá del ruido y los prejuicios ideológicos suele estar la capacidad de análisis y los recursos de una buena biblioteca, quizá el mejor camino para hacerse una composición de lugar más acertada de una realidad que siempre es, fue y será compleja. Quizá es el mejor camino para conocer cualquier hecho previo de la historia, sin maniqueísmos interesados y con la lucidez que aporta contrastar información. Todo eso, por obvio que parezca, palidece ante en el gran desconocimiento general que hay sobre la primera mitad del siglo XX español. Mientras que en otros países de Europa se tiene un mayor conocimiento general amplio sobre las vicisitudes acaecidas en el siglo anterior, aquí el descrédito y la ignorancia alientan los prejuicios de cualquier sesgo ideológico. El desconocimiento suele ser el peor de los compañeros de viaje y el caldo de cultivo perfecto para cometer grandes errores.
Es por ello que son necesarios tebeos como el que hoy nos ocupa: “Pepe Buenaventura Durruti”, de JuanareteCarlos Azagra y Encarna Revuelta, editado por GP Ediciones. Un cómic centrado en la vida del líder anarquista. Mito para muchos, demonio y enemigo a vencer para otros, su vida y figura merece ser objeto de atención. No solo por poder conocer la dimensión del hombre más allá del mito, sino para comprender mejor parte de los problemas que asolaron la España del primer tercio del siglo XX. En definitiva, poder acercarse a los hechos tal cual sin juicios interesados previos.
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Para ello Juanarete, pseudónimo de Juan Pérez,  ha trazado un guion marcadamente biográfico y neutro, en el que los hechos se explican solos, sin añadir acertadamente épicas ni juicios de valor. Eso le corresponde al lector que se acerque a las páginas del cómic: catalogar cada hecho que se cuenta como una luz o una sombra en la vida del personaje. De esta manera, quien se asome al tebeo tendrá la oportunidad de ver los hechos tal cual, de un tiempo que por fortuna ya no existe, en el que muchas negociaciones acaban sin utilizar la palabra, tiros mediante. Un tiempo ya lejano pero que a la vez precede a la sociedad que hoy configura este país. De 1903 a 1936 asistiremos a parte de hechos y vaivenes políticos que asolaron la convulsa España de aquella época, a través de la vida de Durruti: sus años en León, el exilio internacional, la Segunda República o la Guerra Civil. Todo en un gran ejercicio por parte del guionista, que condensa 33 años de España, tumultuosos en lo social y político, en apenas 155 páginas de cómic.
A ello ayuda el ágil trazo de Carlos Azagra (“Pedro Pico y Pico Vena”, “El Último Aragonés Vivo”  o “Descubriendo a Mosén Bruno”, entre otros) que apuntala el ritmo frenético de la historia en composiciones de páginas pobladas de viñetas y algunas “splash plage” que o bien relajan el ritmo, como cuando vemos a los protagonistas pasear por el París de 1920, o bien se detienen en lo trágico del momento, como es el caso del 1 de mayo barcelonés de 1931. Inseparable al dibujo de Azagra, nos encontramos el color de Encarna Revuelta, que en este caso va modificando la paleta de colores en función del momento histórico  por el que discurre el tebeo, reforzando la intensidad dramática.
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El volumen, editado por GP Ediciones,  comprende 160 páginas en formato rústica y se acompaña por un prólogo firmado por Miguel Aisa Pàmpols, que precede al gran ejercicio de síntesis que supone el tebeo: treinta y tres años de una parte de la historia de España y de uno de los personajes que protagonizó varios de los hechos acaecidos en esa época. Desconocido para una gran parte de la sociedad, demonizado por unos y mitificado por otros, sin duda es una de las figuras para comprender lo que ocurrió en este país durante la primera mitad del siglo pasado. Por eso, poder acercarse a esta figura con una lectura que no busca ni lecciones ni veredictos, es la mejor manera de hacerlo.

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