EL SUBSUELO, de Víctor Solana POR JOE RUNNER

No sé muy bien qué es lo que tienen los futuros distópicos que nos gustan tanto. Al fin y al cabo son representaciones pesimistas de nuestra sociedad que terminan encaminándose hacia un caos total o hacia algo parecido a una utopía, pero que en realidad esconde un poder mayor que controla absolutamente todo. Sea como fuere, siempre son una mierda. Sobre todo porque tienen ese toque de realidad que las hace plausibles, inclusive lógicas, previendo la dirección que están tomando nuestras decisiones. Nos gusta el barro, hasta cuando se trata de terminar sepultados literalmente en él. Mientras se trate el futuro, nadie se preocupa en demasía. No hay problema. Todo está bien. No te puedes preocupar por lo que todavía no existe, ¿verdad? Mientras tengamos nuestras comodidades otorgadas por el consumismo más rancio y nuestra zona de confort esté intacta, no hay nada que temer. Ni siquiera un mundo como el de…

EL SUBSUELO
de Víctor Solana

El mundo ya no es lo que era. Ahora las grandes poblaciones se reúnen en torno a ciudades de construcción compleja y chabolista, en las que el pillaje, la prostitución y la droga son la única vía de salida a una realidad demasiado oscura. Y sí, decimos oscura porque tampoco existe la luz natural. Todo se envuelve en la oscuridad del que vive bajo tierra, huyendo del calor del astro rey que otrora bañó de vida toda la superficie. En estas condiciones vive nuestra protagonista, Dulze, una joven ciega que se encarga de robar la suficiente droga a los transeúntes para ganarse el pan en el club de alterne en el que vive. Pero nunca es suficiente. Nada es suficiente. Movidos por el odio y el miedo, Ciudad Gas está controlada por un extraño y poderoso ser que se alimenta del conocimiento de los demás, manipulándolos diariamente con vídeos y discursos dirigidos a secar sus mentes, a convertirlos en meras marionetas fáciles de manejar. Porque todo es una gran mentira en la que todo va genial. Aunque Dulze sabe que no es así, ya que ella ha podido hablar con Sol, la deidad que les llevará hacia la verdad y salvará sus almas. Y si dios está contigo, nada puede salir mal. ¿Verdad?
Siempre he pensado que crear un buen universo distópico, uno que enganche al lector desde la primera página, es harto difícil, pero todavía lo es más que mantenga ese nivel hasta el final. Para que ello suceda, se debe profundizar en la intrahistoria del mundo que rodea a la protagonista en este caso y, mediante toda esta explicación, narrar aquello que se quiere contar en la trama principal. Parece sencillo, pero lo cierto es que siempre suele fallar alguna de estas dos partes. Si no se explica lo suficiente qué narices sucede y cómo es el mundo que se nos presenta, difícilmente puedes meterte en la piel del personaje. Cosa peor sería perderse en el lore y olvidar por completo de qué va la historia. Pues bien, creo que El Subsuelo tiene ambas cosas y muy bien desarrolladas. Es cierto que el autor zaragozano tiene bien claro qué te va a contar y el lector puede hacerse una idea, pero es que también sabe pararse a explicar todo lo demás. Hace la ardua tarea de presentarte todo un universo y luego te arrastra hacia su trama. Y creedme, te dejas llevar.
Un mundo distópico desde los “ojos” de una persona ciega.
Podría decirse que no descubre absolutamente nada nuevo en este tipo de género: paralelismos con la sociedad actual, crítica al modo de vida, uso de los líderes como antagonistas, etc… Todo eso está ahí y se puede observar sin esfuerzo. Personalmente, me gusta mucho la sociedad que ha plasmado él, drogada y manipulada de la forma más bruta posible, siendo un reflejo grotesco de nuestra realidad. En contra de lo que se suele hacer, aquí sí se premia la acción directa, la búsqueda de la verdad y la lucha del individuo por cambiar el sistema. No vale la doble moral cuñadista de “los extremos se tocan”, tan estúpida como falsa;tan solo vale la opción de revelarse. Quizá no sea el mensaje inicial, o al menos en apariencia, pero sí que gana significado y fuerza conforme continuamos leyendo. Al principio os he dicho que podría decirse que no descubre nada nuevo. Bueno, os he mentido. Creo que no he vistoun uso de la religión de esta manera tan inteligente, que refuerza aquello de la constante lucha y que termina siendo un golpe final sublime. Eso, acompañado de la última página, es ideal para el final perfecto.
Porque esa es otra de las grandes bazas de esta obra: el apartado gráfico. Sí, esta es la primera novela de Víctor Solana, pero no es un desconocido en esto del arte. De hecho este cómic está fuertemente relacionado con su última exposición, en la que vemos varias referencias a lo largo de toda su obra y que están basados en un universo común con ésta. Lo que sí es cierto es que hemos ganado otro pedazo de artista en la fértil cantera española. Dicen que las comparaciones son odiosas y está claro que Solana tiene un estilo muy depurado y personal, pero os mentiría si no dijera que me ha recordado en muchas ocasiones a Víctor Santos en su trazo y a David Rubín en esa increíble capacidad para narrar visualmente de manera totalmente alternativa, pero muy intuitiva. Tanto que no te pierdes, pese a que no sigue el típico estilo de viñeta por página al que estamos acostumbrados. Eso y el uso del rojo y el azul(con toda la gama cromática que hay entre ambos) como base para colorear sus dibujos, es un auténtico acierto. Otro golpe de efecto más que solo hace que sumar cosas buenas a esta obra. 
Ríase usted de Daredevil, oiga…
Me encanta el trabajo que hacen las editoriales más pequeñas, ya que gracias a ellas descubrimos nuevos talentos, historias distintas y todo bajo una edición cuidada hasta la última página. Es por ello que os animo a todos a que compréis El Subsuelo, el cómic publicado por GP Ediciones que ha vuelto a ganarme como amante de este medio. Si os gustan las obras sobre futuros distópicos, con un apartado artístico que quita el hipo y una gran narración visual, este es vuestro cómic. Por lo pronto, yo me apunto el nombre de Víctor Solana, porque creo que va a darnos mucho que hablar. Al menos así lo espero…

Comentarios